Escucha activa
Una de las formas más sinceras de respeto es escuchar lo que otro tiene que decir. ―Bryant McGill
👥 Porción para: 2 personas
🎚 Dificultad: Media
⏳ Tiempo total: 30 minutos
🥣 Ingredientes: Un lugar tranquilo sin distracciones, una persona con quien hablar
💪 Valores nutricionales: Comprensión, Reconocimiento, Apreciación, Empatía, Perspectiva
Escucha activa
📝 Descripción
Promover la comprensión y mejorar la comunicación a través de la escucha.
La mayoría de nosotros nos consideramos buenos oyentes, pero la realidad es que a menudo escuchamos a nuestro interlocutor sin oírlo realmente. Podemos estar preocupados por qué decir a continuación, cómo sonar inteligentes, cómo persuadir a la otra persona de que tenemos razón… o podemos estar preguntándonos qué hay en la tele esta noche. En cualquier caso, perdemos oportunidades de conectar profundamente con la otra persona – y nos arriesgamos a hacerles sentir descuidados, irrespetados y resentidos. Esto puede generar tensiones dentro de los equipos donde los miembros del equipo no se sienten escuchados y valorados, y las suposiciones sobre los demás aparecen rápidamente. La escucha activa es un antídoto potente para aumentar la calidad y la presencia de nuestra escucha. Recomendamos practicar durante ~20 minutos cada día hasta que se te sientas más cómodo con la práctica y puedas incorporarla fácilmente en tus conversaciones diarias. Y si quieres pasar al siguiente nivel, mira nuestras recetas “Cultivating presence” y “Compassionate listening”.
La siguiente práctica es una herramienta clave para tener éxito en otras recetas como coaching feedback, unlimited empathy, identifying your goals and resources. Las instrucciones están adaptadas de: Markman, H., Stanley, S., & Blumberg, S.L. (1994). Fighting for your marriage. San Francisco: Josey-Bass Publishers. La evidencia de que funciona se puede encontrar aquí: Weger, H., Castle Bell, G., Minei, E. M., & Robinson, M. C. (2014). La efectividad relativa de la escucha activa en las interacciones iniciales. International Journal of Listening, 28(1), 13-31. Puedes acceder a esta práctica en el sitio web del Greater Good Science Center.
¿Por qué deberías probarlo? “Este ejercicio te ayuda a expresar un interés activo en lo que la otra persona tiene que decir y hacer que se sienta escuchada, es una forma de fomentar la empatía y la conexión. Esta técnica es especialmente adecuada para conversaciones difíciles (como las discusiones con la pareja) y para expresar apoyo. Las investigaciones sugieren que el uso de esta técnica puede ayudar a los demás a sentirse más comprendidos y a mejorar la satisfacción de la relación”.
¿Por qué funciona? “La escucha activa ayuda a los oyentes a entender mejor las perspectivas de los demás y ayuda a los oradores a sentirse más comprendidos y menos intimidados. Esta técnica puede prevenir la falta de comunicación y evitar herir los sentimientos de ambas partes. Al mejorar la comunicación y evitar que las discusiones se intensifiquen, la escucha activa puede hacer que las relaciones sean más duraderas y satisfactorias. Practicar la escucha activa con alguien cercano a tí también puede ayudarte a escuchar mejor cuando interactúas con otras personas en tu vida, como estudiantes, compañeros de trabajo o compañeros de habitación”.
Esta receta fue traducida por Alejandra Duque.
👣 Pasos
Paso 1 – Preparación
Encuentra un lugar tranquilo donde puedas hablar con tu compañero sin interrupciones ni distracciones. Invitalo a compartir lo que tiene en mente. Mientras lo hace, intenta seguir los pasos que se indican a continuación. No es necesario que cubras todos los pasos, pero cuantos más cubras, más eficaz será esta práctica.
Paso 2 – Parafrasear
Una vez que la otra persona ha terminado de expresar un pensamiento, parafrasea lo que dijo para asegurarte de que lo entiendes y para mostrar que estás prestando atención. Algunas formas útiles de parafrasear incluyen “Lo que te oigo decir es…”, “Suena como…” y “Si te entiendo bien…”.
Paso 3 – Hacer preguntas
Cuando sea apropiado, haz preguntas para animar a la otra persona a elaborar sus pensamientos y sentimientos. Evita sacar conclusiones precipitadas sobre lo que la otra persona quiere decir. En su lugar, haz preguntas para aclarar su significado, como por ejemplo: “Cuando dices_____, ¿te refieres a_____?”.
Paso 4 – Expresar empatía
Si la otra persona expresa sentimientos negativos, procura validar estos sentimientos en lugar de cuestionarlos o defenderte de ellos. Por ejemplo, si quien habla expresa frustración, trata de considerar por qué se siente así, independientemente de que tú pienses que ese sentimiento está justificado o de que tu mismo te sentirías así si estuvieras en su posición. Puedes responder: “Puedo percibir que te sientes frustrado”, e incluso “Puedo entender cómo esa situación podría causar frustración”.
Paso 5 – Usar el lenguaje corporal
Demuestra que estás comprometido e interesado haciendo contacto visual, asintiendo con la cabeza, mirando a la otra persona y manteniendo una postura corporal abierta y relajada. Evita atender las distracciones en tu entorno o revisar tu teléfono. Ten en cuenta tus expresiones faciales: Evita las expresiones que puedan comunicar desaprobación o disgusto.
Paso 6 – Evitar el juicio
Tu objetivo es entender la perspectiva de la otra persona y aceptarla como lo que es, incluso si no estás de acuerdo con ella. Intenta no interrumpir con contra-argumentos o preparar mentalmente una refutación mientras la otra persona está hablando.
Paso 7 – Evitar dar consejos
Es probable que la resolución de problemas sea más eficaz después de que ambos interlocutores comprendan la perspectiva del otro y se sientan escuchados. Pasar demasiado rápido a dar consejos puede ser contraproducente.
Paso 8 – Tomar turnos
Después de que la otra persona haya tenido la oportunidad de hablar y tú te hayas comprometido con los pasos de escucha activa mencionados anteriormente, pregunta si está bien que compartas tu perspectiva. Cuando compartas tu perspectiva, exprésate lo más claramente posible usando frases con “yo” (por ejemplo, “yo me siento abrumado cuando no ayudas en la casa”). También puede ser útil, cuando sea pertinente, expresar empatía por la perspectiva de la otra persona (por ejemplo, “Sé que has estado muy ocupado últimamente y no fue tu intención dejarme a un lado…”).