Illustration of an adult person with three children sitting outdoors. © Recipes for Wellbeing

Relajación de Koeppen para niños

Todo lo que puede ser imaginado es real. ―Pablo Picasso

👥 Porción para: 1–2  adultos, no límite de niños

🎚 Difficultad: Fácil

⏳ Tiempo total: 20 minutos

🥣 Ingredientes: Un lugar tranquilo, mente abierta para relajarse, al menos 1 adulto y 1 niño (apto para niños entre 5 y 11 años), música tranquila de fondo (si lo deseas)

💪 Valores nutricionales: Relajación, Diversión, Alegría, Conexión, Atención plena, Creatividad

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Relajación de Koeppen para niños

📝 Descripción

Una técnica para trabajar en la ansiedad al lado de los más pequeños.

La ansiedad y el estrés son problemas que no solo presentamos los adultos, sino que también es común que aparezcan en niños. En ocasiones es difícil para los niños identificar la ansiedad, puesto que ellos expresan sus emociones de una manera distinta a como lo hacemos los adultos. Así mismo, no disponen de herramientas que les ayuden a mejorar estos síntomas. Por esto es importante enseñarles estrategias que los ayuden a reconocer estas emociones y afrontarlas apropiadamente. 

La siguiente receta está inspirada en el método de relajación de Koeppen, que consiste en ser consciente de cada grupo muscular, alternando la tensión y la relajación de los músculos. Esta actividad se puede realizar en conjunto entre padres e hijos y ayuda a reducir los niveles de ansiedad en los niños, así como a mejorar su sueño, concentración, memoria y confianza en sí mismos. La receta fue adaptada por María Ángeles de la Cruz, Felipe Gutiérrez y Alejandra Duque del equipo de Uno+Otro. Una iniciativa creada por Needlab para promover el cuidado de la salud mental especialmente durante la pandemia causada por el coronavirus. 

Esta receta fue traducida por Alejandra Duque.

👣 Pasos

Paso 1 – Exprime limones (1’)

Imagina que estás en la cocina y quieres tomar un poco de zumo de limón.  Para esto, debes exprimir un limón. Coge el limón con tu mano derecha y exprímelo con fuerza, mira como sale el zumo. Después deja de exprimirlo, abre tu mano y descansa un poco.

Paso 2 – Fíjate en tu mano (1’)

Nota la diferencia en tus sensaciones cuando aprietas el limón y después dejas de apretarlo. Cuando aprietas mucho rato el limón, la mano se cansa y sientes hormiguitas en ella. Cuando vas soltando el limón puedes sentir mucho calor y cosquillas, esto significa que tu mano se está recuperando.

Paso 3 – Termina de preparar tu zumo de limón (6’)

Exprime 2 limones con la mano derecha y 3 limones con la mano izquierda. Cada vez trata de apretar con más fuerza que la anterior, para que tu zumo quede muy muy delicioso.  Y cuando vayas a soltar ese limón imaginario, ve soltándolo cada vez más despacio.

Paso 4 – Brazos de gatico (1)

Ahora imagínate que eres un gatico muy perezoso. Estás en tu camita durmiendo y de repente te despiertas.

Paso 5 – Suelza la pereza (1)

Como acabas de despertarte tienes que dejar salir toda la pereza. Para esto vas a estirar tus manos por detrás de la cabeza, lo más más alto que puedas.

Paso 6 – Suelta tus manos (1)

Cuando sientas hormiguitas de tanto estirarte, deja caer los brazos alrededor de tu cuerpo, como si fueras un muñeco de trapo.

Paso 7 – Repite (3)

Repite los pasos 5 y 6 dos veces más, para que este gatico quede bien despierto y pueda  jugar más durante el día.

Paso 8 – Tortuga (1)

Ahora imagínate que te conviertes en una tortuga que está recibiendo el sol. De repente escuchas un ruido que te asusta. Entonces metes tu cabeza en tu caparazón, bien pegadita al cuello, para esconderte bien.

Paso 9 – Vigila (2)

Cuando sientas que está pasando el susto, ve sacando la cabeza de a poquitos de ese caparazón, con mucha cautela. ¡Cuidado! Escuchas el ruido otra vez, entonces esconde la cabeza muy muy bien, hasta que todo pase. El sonido ahora sí parece haberse ido. Saca la cabeza otra vez muy despacito. Esta vez ya sabes que estás a salvo.

Paso 10 – Viaja al campo (1)

Ahora te transformaste en ti mismo y estás en el campo. El día está soleado y precioso. Siente el olor de los árboles y el aire fresco.

Paso 11 – Escucha (1)

¡Oh! ¡Oh!  Escuchas un ruido, es una manada de elefantes, y no te da tiempo de correr, entonces se te ocurre acostarte en el prado y poner dura dura tu barriga para que las patas del elefante no te hagan daño.

Paso 12 – Espera (1)

Mira al elefante irse, relaja tu barriga y respira. ¡Que alivio! Que ingenioso eres.

Paso 13 – Deja pasar tres elefantes más (3)

Te das cuenta de que tres elefantes más vienen, aprieta fuerte tu barriga, con toda la fuerza que tengas y relaja después de que cada elefante haya pasado. Ahora estás a salvo.

Paso 14 – Desierto (1)

Después de tu aventura en el campo, te teletransportas al desierto. Encuentras un oasis, hay camellos, y palmeras. Decides explorar un poco.

Paso 15 – Arenas movedizas (1)

Mientras caminas te encuentras con arenas movedizas, de repente empiezas a hundirte, para tratar de salir de ellas aprietas los pies con toda la fuerza que tienes, ¡apriétalos muy duro!

Paso 16 – Terminas de salir (2)

Vas saliendo, como estás casi en la superficie relajas del todo tus pies por un momento. Sientes cosquillitas en ellos. Vuelves y te hundes un poco en las arenas movedizas entonces esta vez aprietas tus pies mucho más fuertes que la vez anterior y por fin logras salir. Te sientes tranquilo y orgulloso de haber salido de tal peligro.

Paso 17 – Lago (2)

Al final del desierto encuentras un lago de agua cristalina, tírate a nadar un rato en ella y di en voz alta algo bonito o que te guste que se te venga a la mente.

Paso 18 – Señal (1)

Pide a los niños que hagan lentamente el signo del “okay” y aprieten (o cualquier otro pequeño comportamiento que no se note demasiado y que no hagan normalmente, como pellizcarse el lóbulo de la oreja) para indicar que están relajados. A continuación, recuérdales que cuando empiezan a sentirse incómodos, pueden volver a apretarse (o pellizcarse el lóbulo de la oreja) para alcanzar de nuevo la sensación de relajación.

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